General de División José Santos Zelaya López

El General Zelaya nació el 1 de noviembre de 1853, provenía de una familia acomodada. Sus padres fueron el matrimonio conformado por doña Juana López Ramírez y don José María Zelaya. Realizó estudios de bachillerato en la ciudad de Granada.

En la historia lo identificamos al General José Santos Zelaya como el líder la Revolución Liberal de 1893 al 1909.

Su pensamiento liberal fue el resultado de su preparación e influencia del pensamiento europeo, especialmente, las ideas liberales que florecían en Europa a finales del siglo XIX.

El joven Zelaya regresó a Nicaragua en 1875 y traía consigo grandes ideas del pensamiento liberal europeo. Consideraba que su Patria necesitaba modernización, para conseguir el progreso. Nicaragua ya que había pasado por una etapa de inestabilidad política en el período después de la independencia y fue hasta etapa de post Guerra Nacional que se dio en Nicaragua “relativa paz”, con los Treinta años de gobiernos conservadores.

En ese mismo año, 1875, José Santos ingresó a la Policía Nacional ya como miembro del Partido Liberal, año que fue expulsado por órdenes del Presidente Adán Cárdenas, conservador. Fue enviado a Guatemala, donde estableció excelentes lazos de amistad y relación con el Presidente en turno del país Centroamericano, el General Justo Rufino Barrios.

El 13 de agosto de 1886 fue ascendido al grado de Coronel por el Presidente de la República de El Salvador, Francisco Menéndez y regresó a Nicaragua, a través de una amnistía concedida por el Presidente Evaristo Carazo y ese mismo fue electo como alcalde de Managua.

Fue a inicios 1893 que fue parte del movimiento libero-conservador. José Santos Zelaya y Agatón Solórzano se  alzaron en armas y tomaron el cuartel de pólvora de la ciudad de Granada, al igual en Masaya y otros departamentos importantes del país. El 31 de julio de 1893 triunfó la Revolución Liberal y esto marcó el fin del período de gobiernos conservadores en Nicaragua.

El General José Santos Zelaya llevó a cabo el proyecto de esta nueva etapa, a través de la creación de la Constitución Política “la Libérrima”, aprobada el 10 diciembre de 1893, que permitió llevar a cabo los principales ejes en el ámbito político e institucional que dio lugar a la formación del Estado-Nación, que marcó un precedente en la historia como una revolución, por estas transformaciones profundas de modernización en la infraestructura del país y en materia institucional.

El 20 de julio de 1895 firmó el Pacto de Amapala, un tratado con la intención de la Unión Centroamericana, junto a los presidentes de las repúblicas de El Salvador y Honduras.  Nicaragua pasó a formar parte de la República Mayor de Centroamérica.

En 1907, Nicaragua se enfrentó los Ejército de Honduras y El Salvador en una guerra impuesta, argumentada en la supuesta “invasión” de Nicaragua a estos países, ante los intentos de Unión Centroamericana del Presidente José Santos Zelaya. Guerra que fue ganada por el Ejército liberal y que dio importantes batallas como Namasigüe donde tuvieron una destacada participación el Coronel Benjamín Zeledón y el soldado Ramón Montoya.

Durante la gestión del Presidente y General Zelaya, se crearon los actuales símbolos patrios como la Bandera Nacional y el Escudo de Armas, mediante el Decreto Legislativo del 5 de septiembre de 1908, esto fortaleciendo la identidad nacional de los nicaragüenses.

La modernización en Nicaragua en la época del General José Santos Zelaya era indiscutible, fueron muchos avances y obras de progreso durante su gobierno, también, se le atribuye ser el primer mandatario nicaragüense en dar el primer paso para los intentos de la construcción de canal interoceánico por Nicaragua.  Sin embargo, los enemigos del desarrollo, el imperialismo yanqui, al ver la postura de Zelaya de no ceder a los Estados Unidos la construcción del canal, inmediatamente con su política injerencista intervinieron una vez más en los asuntos internos de la nación.

En 1909, la política exterior del imperio actuó a través de su secretario de Estado Philander Knox, quien ejerció presión política y el 1 de diciembre envió la famosa “Nota Knox”, obligando al General José Santos Zelaya a abandonar su cargo, lo cual hizo, renunciando a la Presidencial de la República el 22 de diciembre del mismo año.

Zelaya partió a otro plano de vida, a los 63 años de edad. Dejando en Nicaragua un legado histórico en la formación del Estado-Nación, con lo que posteriormente se identificó el General Sandino.

El liberalismo del General Zelaya, siempre fue de carácter nacionalista y no entreguista o vende Patria como hemos observado en los últimos años con los golpistas.

«A Zelaya hay que conmemorarlo fundamentalmente por su nacionalismo absoluto, no concedió nada, por eso lo liquidaron, por eso lo botaron», así afirmaba el Dr. Aldo Díaz Lacayo en una entrevista del julio de 2013, concedida al 19 Digital.

Por su parte, el compañero Clemente Guido, Director de Patrimonio Histórico de la Alcaldía de Managua, recalcó, siempre en 2013, que el nacionalismo promovido por el General Zelaya, se fundamentó en la toma de decisión nacional en torno a todos los aspectos del país y nunca permitió la intromisión de los Estados Unidos.

Fueron esos ideales de soberanía e identidad nacional que heredó el General Sandino y que nos dejó a los nicaragüenses para defender la Patria de los invasores extranjeros y de sus malos hijos, que se venden para perjudicarla.

General Zelaya es declarado Héroe Nacional

El General José Santos Zelaya, fue declarado Héroe Nacional de la República de Nicaragua, el 2 de marzo de 2011, mediante Decreto Legislativo Nº. 6332 de la Asamblea Nacional, publicado en La Gaceta, Diario Oficial Nº. 47 del 10 de marzo de 2011 en reconocimiento de su gesta y grandes aportes en el desarrollo político, institucional y nacionalista.